No sabemos
cuál de los dos acontecimientos propició el
otro, pero el caso es que, el domingo, aquella vida
transversal cede ante un torrente longitudinal y anónimo
de miles de personas y pequeños tenderetes.
Cada lunes la Ribera de Curtidores recupera su configuración
y vida de calle normal. Sin embargo, tras sus fachadas,
El Rastro sigue latiendo, ahora tranquilo, medido y
familiar, desconocido y fascinante.
Concurso de ideas:.
PROYECTO SELECCIONADO, Víctor Olmos, Gloria
Ochoa, Javier García Delgado, Gustavo Navarro,
Miguel Angel Mira, José Milla, Isabel Mira
Publicado en EUROPAN 88