El encargo
consistía en ampliar un edificio existente adosado
a una nave de fabricación de aviones. La fachada
debía continuar con las líneas ya marcadas
por el volumen anexo y, al mismo tiempo, incluir elementos
de diferenciación de forma que el nuevo se identificara
como una entidad independiente
Una potente marquesina marcará la entrada
y matizará con su sombra la fachada, proporcionando
la necesaria protección contra el sol y la
lluvia; La escalera principal, con un espacio interior
donde el color y la luz constituyen las principales
herramientas de diseño; y el cierre sutil
del edificio, con un ligero ángulo hacia el
sur, estilizando su silueta.
Las dos plantas del edificio incluyen una serie
de oficinas abiertas y los laboratorios se ubican
en la planta baja. En estas plantas se ha buscado
la versatilidad y funcionalidad del espacio, de forma
que sean posibles diferentes agrupaciones de puestos
de trabajo. En torno al núcleo principal se
agrupan los servicios generales: salas de descanso
del personal, salas de copiadoras e impresoras, aseos,
y centralización de las instalaciones. Desde
las oficinas se percibe este núcleo como una
gran caja de madera rematada por unos recintos de
vidrio que albergan los servicios citados. Desde
dentro, es un espacio donde la selección de
materiales y colores empleados le imprime un carácter
singular, diferenciador, de corazón del edificio:
el rojo del estuco a la cal, el blanco del mármol
de Carrara, el negro de los elementos metálicos,
la transparencia de la barandilla y del gran lucernario...
Proyecto y Dirección
de Obra:.
Olmos Ochoa Arquitectos
Colaboradores: Rafael Medina, Luis Márquez, Esperanza Romeu.
Consultores:
José María Fernández, Estructuras.
Vázquez y Herranz, Instalaciones.
Ramón Sánchez y Enrique Medina, mediciones y presupuesto.
Guillermo Muñoz, infografía.
Angel Baltanás, fotografía.
Empresa Constructora: Ferrovial Agromán,
S.A.