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Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo
Febrero 2005
 

Nuestra propuesta pretende recoger los puntos de vista directos de las personas afectadas por alguna lesión medular, situándolos en primer lugar en el criterio de proyecto y el diseño de los espacios interiores y exteriores del nuevo centro.

El esquema funcional básico del nuevo hospital parte de un núcleo consolidado, el edificio “aspa” y el edificio “T”, a partir de los cuales se extenderán, en un desarrollo lineal, una serie de espacios concatenados que irán desarrollando las diferentes funciones y relaciones del programa. La comunicación en horizontal, a lo largo de una “galería” o calle interior servirá para comunicarse y relacionarse, y atenderá al deseo de confluencia de las actividades con los usuarios.

Se proyecta cada uno de los espacios exteriores en su relación directa con los edificios y el uso del espacio exterior como parte del proyecto rehabilitador e integrador. Es posible preservar los actuales valores del edificio original, como el soleamiento, la ventilación, las vistas abiertas al entorno, la identificación del edificio en el complejo y al mismo tiempo crecer.

La idea que sostiene a los nuevos edificios es la creación de un “sistema” integrador. Comprobamos que la mejor forma de crecimiento del conjunto se obtiene aprovechando la geometría del solar. Su linealidad invita a la formación de un sistema de crecimiento en sentido longitudinal, una espina de comunicaciones que nos irá llevando y relacionando las diversas funciones.

A nuestro juicio es imprescindible la relación social entre los pacientes del Centro y la sociedad. Proponemos integrar la finca donde se asienta el Hospital en los proyectos de recuperación de los márgenes del Tajo, planteando un parque lineal que tenga continuidad hasta Toledo. La plataforma próxima al río se trazará de caminos y plantas para el paseo, el entretenimiento y el ejercicio en la naturaleza.

Por otro lado la evolución de los edificios hospitalarios en el tiempo invita a buscar soluciones sistemáticas, versátiles, donde puedan convivir funciones variadas. Donde sólo sea necesaria una organización del espacio en la que las funciones encuentren la ubicación idónea. El edificio permite con facilidad intercambiar usos, o bien crecer con otras ofertas de servicios, mediante el sencillo recurso de enganchar un nuevo volumen a la cadena.

Como ya hemos comentado, el nuevo edificio surge de la creación de un sistema ampliable y reconocible. Se plantea como la prolongación, apoyada en el río y en el largo solar, del cuerpo transversal del edificio “T”, pero con las características de un edificio actual. Sus niveles conectarán con el edificio T, y su modulación permitirá extender las diferentes funciones en el número de módulos que sea necesario. La libertad del sistema deja abierto el futuro.

El sistema constructivo que proponemos sería un sistema modular, con estructura principal prefabricada, con el objeto de simplificar el proceso de obra, ahorrando tiempo y costes. El diseño de la “cadena de edificios” facilita la división del proceso de obra en distintas fases, así como adaptarse a posibles cambios que puedan surgir a lo largo del proceso. Se trata de un sistema abierto.

Créditos: Olmos Ochoa Arquitectos en UTE con Conurma Ingenieros, S.A.
Colaboradores: Jugatx López Amurrio, arquitecta
Fabian Brissaud, estudiante de arquitectura
Enrique Lorente, estudiante de arquitectura

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