El Nuevo Hospital
de Toledo está pensado para ser un centro de referencia
en la Comunidad de Castilla-La Mancha, un edificio autónomo,
con capacidad de crecimiento y de adaptación a
las necesidades futuras. La topografía y el paisaje
determinan notablemente nuestra propuesta.
La extensión de la parcela, su suave pendiente
hacia el Norte y su contacto con la naturaleza, nos
lleva hacia una solución de transición
entre lo edificado y lo natural. El edificio se implanta
con la fuerza de su geometría en el extremo
Oeste, próximo a los nudos de comunicación
y manteniendo una sutil distancia con el barrio cercano.
Entre ambos, el parque urbano se convertirá en
un lugar de sosiego y paseo. A su vez, la naturaleza
se integra dentro del edificio mediante patios ajardinados.
La hospitalización se dispone en crujías
orientadas al Norte y al Sur, conectadas por núcleos
transversales destinados al personal sanitario. En
las intersecciones se sitúan los núcleos
de comunicación. Esta ha sido la matriz del
proyecto, con un desarrollo en planta extenso que
potencia un conjunto homogéneo que facilita
la actividad pública y social. Sonido y luz
serán integrados con delicadeza, como herramientas
de diseño, como escultoras de los espacios
y como benefactoras de la salud.
El edificio del Hospital deberá construirse
con un sistema flexible. Para ello, se proyectarán
unos pórticos de hormigón de amplias
luces, cerramientos ligeros a base de paneles metálicos
de un color que conecte con el campo que rodea al
edificio.
Concurso de Anteproyectos:Olmos Ochoa Arquitectos
Consultores:PROINA, estructuras.
J.G. ASOCIADOS, instalaciones.
José Antonio Valdés, presupuesto
Colaboradores:Rafael Medina, Jula-Kim Sieber,
Raquel Sánchez Valverde, Celia Vela,
Daniel Puerta