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HOSPITAL COMARCAL EN LA LÍNEA, CÁDIZ
Julio 2005
 

El solar de amplias dimensiones está situado en el “Polígono Industrial Manuel de Falla”, delimitado por la Ronda Norte y con diferentes parcelas de pequeño tamaño de carácter industrial. El Peñón de Gibraltar, dada la escasa altura de las construcciones vecinas, es visible desde todos los puntos de vista.
En nuestra propuesta presentamos un hospital que ha de crear vida urbana, que pretende mejorar la relación entre vecinos, aportando un espacio público de calidad para todos. Tendrá una disposición claramente horizontal con los accesos nítidamente diferenciados. Desde las calles arboladas se podrá vislumbrar la vida del hospital a través de sus patios y sus jardines. Intentamos recuperar el concepto de hospital humano frente al edificio máquina. Ofrecerá una imagen fragmentada, de volúmenes de diversas alturas, de perfil escalonado, con especial atención a la luz natural, a la escala urbana y humana, a los espacios verdes arbolados que repercuten positivamente en el conjunto y que mejoran las condiciones de vida de los pacientes y la calidad de trabajo del personal. Nos apoyamos además en la experiencia de la modulación como criterio de organización de los espacios que en el caso de los hospitales beneficia la versatilidad y flexibilidad. El resultado es una sucesión de módulos de llenos y vacíos que se acomodan a la irregular geometría del solar. Se introduce el concepto de calle hospitalaria como espina de comunicación entre unos módulos y otros. La arquitectura será de muros blancos y de patios verdes arbolados. Como en tantos ejemplos de la arquitectura popular andaluza, la combinación de las tapias, con los jardines, nos hablará de sensación de frescor, de tranquilidad, de luces y sombras.
Pero un hospital también es un edificio tecnológico y debe integrar las técnicas de instalaciones y de construcción que ayuden a mejorar el confort ambiental. Por ello, al mismo tiempo que este hospital se nutre de lo vernáculo, también se enriquece con la energía solar, con los vidrios aislantes de baja emisividad, con los aislamientos que evitan las ganancias térmicas excesivas, con los sistemas de climatización más seguros y de baja emisión acústica.

En un hospital la organización del programa funcional es crucial para conseguir un alto grado de eficacia y de satisfacción de todos los usuarios. Para ello se ha estudiado el programa, siguiendo las agrupaciones recomendadas por el SAS, así como la interrelación entre ellas.
El hospital forma parte sustancial de la vida de los ciudadanos, funciona como una ciudad, con sus barrios y su viario. Los conceptos arquitectónicos más actuales y aceptados se alejan de los edificios verticales por su gran dependencia del transporte vertical. En este sentido, son más humanos los que desarrollan sus funciones en horizontal, con pasillos amplios y luminosos, con pavimentos identificadores de las zonas. El hospital actual es cada vez más una estructura compleja y tecnificada de diagnóstico y tratamiento, donde la hospitalización tiene menor peso. La estructura básica sanitaria es cambiante, y por ello los espacios han de someterse a continuas adaptaciones y modificaciones, siendo igual de importante para la calidad del diseño la organización funcional del edificio como la complejidad de instalaciones altamente tecnificadas. Lo que se busca es lograr hospitales que optimicen los medios disponibles consiguiendo edificios accesibles técnicamente y humanos en su uso, nunca imponiéndose con la escala del edificio al verdadero protagonista, el paciente.

Concurso para el SAS (Servicio Andaluz de Salud)
Equipo integrado en LV Salamanca. Olmos Ochoa Arquitectos
Colaboradores: Jugatx López Amurrio, Enrique Lorente, Berta García, Felipe García, Cristina Chamero.
Superficie: 35.913m2

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