Ocupa un solar
de gran tamaño en comparación con las parcelas
que configuran el entramado urbano de Manzanares. Por
ello hemos trabajado con la idea de compartimentar en
espacios de menor escala que proporcionen una mejor relación
entre lo construido y lo vacío.
La fachada a la calle tiene el aspecto de una tapia,
desde los portones de entrada se vislumbra un mundo
interior de patios, soportales y muros. Los patios
sirven como reguladores del sistema de control energético,
plazas para captar luz, ventilar, descansar la vista
y refrescar. Para controlar la incidencia solar e
incrementar la privacidad volcamos el edificio hacia
el interior.
Los muros estarán revocados, las carpinterías
de madera pintada, los patios frescos tendrán
suelos de cerámica y zonas ajardinadas con
tierra y árboles que den sombra y aporten
color. En el interior, particiones ligeras, elementos
protectores en las puertas, suelos prácticos
y funcionales, techos registrables e higiénicos,
protecciones visuales y lumínicas.
Concurso de Anteproyectos:
Olmos Ochoa Arquitectos
Colaboradores:Rafael Medina