Un corazón para Frankenstein
Da la impresión que los que planificaron Sanchinarro sólo estaban interesados en el trazado geométrico y el zoning. Con sus rotuladores de colores dibujaron líneas y repartieron usos, pero agruparon la edificación residencial sin la necesaria densidad ni combinación con el comercio, salpicaron las dotaciones en parcelas extrañas o en lugares inverosímiles, como isletas de tráfico, y el resto, como es desgraciadamente habitual, lo destinaron a “zona verde”, indiferenciada, sin tamaño suficiente y sin ninguna característica propia.
A pesar de su confianza en el trazado geométrico, a los urbanistas se les olvidó el centro. El modelo está enfocado únicamente para moverse en coche, desde su casa a El Corte Inglés. En Sanchinarro es imprescindible la creación de un centro, un motor, como a Frankenstein, hecho a base de pedazos cadavéricos, le hace falta un corazón.
Consideraremos la manzana propuesta como el nuevo corazón del barrio, el lugar de relación, de encuentro y de intercambio, el sitio para la reunión, la conversación y el trato, un lugar de trabajo en el que unos presenten sus productos y otros los adquieran, en donde se pierde el anonimato y a uno se le da la categoría de vecino.
El mercado es el lugar en el que se desarrollan las actividades antes descritas. Su arquitectura, como tipo, es históricamente compartida con otros usos como el ágora, la basílica, el palacio de exposiciones, la estación del tren o los centros de ocio. Se trata de la combinación entre una gran estructura con poca demanda energética (fija, poco alterable con el tiempo y de fácil mantenimiento) y pequeñas unidades fuertemente tecnificadas (de carácter efímero, desmontable, cambiante, sujeto a los avatares y al cambio de uso).
Construiremos un marco capaz de albergar cualquier función y todas a la vez, y definiremos un sistema que permita el montaje de elementos destinados a usos comerciales y que de respuesta a las demandas actuales de ecología y confort.
El marco estará compuesto por una gran plaza cuyos bordes se adaptarán mediante taludes vegetales al perímetro de las aceras y una superestructura metálica que funciona como un gran contenedor polivalente, de grandes luces y construcción sistemática, de elementos prefabricados y transportados a obra, pensando en la rapidez de ejecución. Una estructura metálica, como un gran mecano.
El sistema de elementos modulares, tecnificados y autónomos, favorecerán distintas configuraciones adaptables a todos los usos previstos. Estarán compuestos por estructuras de aluminio, paneles desmontables y color, y se situarán sobre las verticales de infraestructuras, únicos puntos fijos de las plantas.
El programa se ordena por grandes elementos, se realiza un empaquetamiento de actividades y se establece un criterio para el apilamiento de usos en función de la accesibilidad desde la calle, la versatilidad y la privacidad. Se calculan el aparcamiento y las instalaciones. A continuación se procede a una modulación estructural adaptable y se finaliza con una compactación que minimice las superficies de circulación.
La envolvente es un sistema variable, continuo y modular pensado para iluminar, cerrar, proteger, anunciar, representar o proyectar.
Las instalaciones se basan en sistemas de bajo consumo energético y de fácil mantenimiento. Climatización natural por medio de conductos enterrados bajo la plaza
y con tomas de aire en los taludes ajardinados con plantación de árboles, paneles solares para la producción de agua caliente situados sobre la cubierta y un incremento en los sistemas de aislamiento en los puestos. Se considerarán las orientaciones y el soleamiento, así como el movimiento de tierras aprovechable dentro de la propia actuación.
La construcción bajo rasante se realizará en hormigón. Estará compuesta por distintos niveles destinados a almacén, aparcamiento e instalaciones que buscan adaptarse a los mejores accesos a nivel. Entre ellos los elementos de comunicación vertical, recorridos en rampas mecánicas y montantes para las instalaciones.
El nivel +0.00 contará con una fuerte tecnificación que permita una gran versatilidad. Elementos de climatización natural, protección contra el fuego, agua, saneamiento, electricidad y telecomunicaciones discurrirán bajo el suelo. Se situarán ordenadamente bocas de suministro que permitan la ubicación aleatoria de los puestos.
Esta red se extenderá a toda la plaza por medio de un entramado de canaletas enterradas.
Datos Numéricos:
Superficie construida: 9.116 m2
Superficie Aparcamiento: 7516 m2
Superficie Plaza: 11.631 m2
Superficie taludes verdes: 5.073 m2
Presupuesto Total actuación (Mercado + Plaza) 16.574.900 €
Promotor: EMVS
Olmos Ochoa Arquitectos
Colaboradores
Jaime Smith
Laura Nieto
Graciela Fernández
Rodrigo Fernández (Maqueta)