El COAM,
como respuesta a la tendencia conservacionista del
nuevo Plan General de Madrid, convocó un concurso
para la sustitución de un edificio, entonces
en ruinas, situado en la Plaza de la Ópera esquina
Arenal, en pleno centro de Madrid. Lo que se quería
demostrar era que se podía hacer buena arquitectura
actual y que la excesiva protección estética,
que obligaba a respetar las fachadas aunque se demoliesen
los interiores, suponía una cortapisa intolerable
para los arquitectos. Con esas premisas y con un jurado
de lujo, que encabezaban Alejandro de la Sota y Saenz
de Oíza y en el que formaban parte Javier Carvajal
y Víctor López Cotelo, el Colegio lanzó las
bases.
Nuestra propuesta parte del exhaustivo estudio del emplazamiento,
sus desniveles y soleamiento. Nos interesaban los lugares
comunes, el patio interior elevado respecto a la plaza
y con vistas hacia ella, los recorridos luminosos e interesantes.
Planteábamos las viviendas en anillo, diáfanas
en su distribución en las que sólo se significan
los cuartos húmedos. Todas ellas participan de la
plaza (o de la calle) y del patio, dobles orientaciones
y dobles experiencias. Ponemos una atención especial
a la definición de lo pequeño y lo cercano
y a la claridad conceptual del conjunto.
El primer premio que obtuvimos nos sirvió para que,
años después, nos encargara la EMV, las viviendas
de Vallecas.
Concurso de ideas:
Gloria Ochoa, Víctor Olmos, Ángel
Panero
Publicaciones:
Arquitectura nº274
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