Se trata
de la recuperación del edificio como vivienda
conservando el conjunto y restaurando los elementos
dañados. Se intenta seguir con el mismo lenguaje
y criterio que marca el edificio original: muros de
piedra y forjados con estructura de madera. La apertura
de algún lucernario localizado o la cubierta
vista desde el interior, o una pequeña escalera
de comunicación entre cocina y planta baja,
son elementos que se integran sin desvirtuar su carácter.
Mínima intervención y la conservación
de los espacios y características que son intrínsecas
al Pazo.
Proyecto:. Víctor Olmos y Gloria Ochoa
Consultores: Carlos Navarro, estructuras
Colaboradores: Isabel González