Se trata de
una parcela “frontera” rodeada de importantes
vías e infraestructuras. En el funcionamiento
de un centro de salud es especialmente necesario que
las vías de circulación sean claras, hacer
que los pacientes tengan una agradable estancia en el
Centro y que los profesionales tengan espacios motivadores
que mejoren la relación con los usuarios.
En Pegaso-Rejas planteamos un edificio lineal y
compacto, de dos plantas y semisótano, buscando
la cota más elevada de la parcela para acceder
a la planta baja. En el otro extremo de la calle,
la entrada a los almacenes en sótano se produce
a nivel. La parcela delimita con una tapia y se ajardina
para generar un entorno propio que difumine los negativos
condicionantes externos.
El volumen del edificio presenta cierto movimiento
en su planta superior, acercándose y alejándose
las fachadas este y oeste, generando unas terrazas
que conforman también ese espacio exterior
agradable que el entorno nos ha negado. La entrada
de la luz se convierte en generadora de los diferentes
espacios. Desde la celosía este, y por medio
de un vacío en la zona de la escalera, entrará una
luz matizada, filtrada. Desde la celosía oeste
se abre una grieta a lo largo de las salas de espera
de la planta baja. De esta manera, se convierte en
un condicionante positivo la orientación de
la parcela, captando esa luz filtrada y llevándola
hasta la planta inferior, como si de una gran cortina
se tratara.
Concurso de Anteproyectos:Olmos Ochoa Arquitectos
Colaboradores:
Rafael Medina,
Amparo Barreiro