Se plantea
adaptar los locales comerciales y el equipamiento,
construidos en el edificio de Sanchinarro, al uso residencial,
respondiendo a las nuevas necesidades de la Propiedad.
Los locales comerciales en cuestión ocupan la planta
baja del edificio hacia las calles Princesa de Éboli
y Arroyo de los Pos. El equipamiento está situado
en un volumen perpendicular a dos calles, situado en semisótano
respecto a éstas y una pequeña superficie
en planta primera sobre un espacio porticado de carácter
público denominado en el proyecto original “loggia”.
Las nuevas viviendas serán 11; 3 unidades de 2 dormitorios,
6 unidades de 3 dormitorios, 2 unidades de 1 dormitorio.
Todas con un trastero y una plaza de aparcamiento asociada.
En la zona de locales comerciales, que denominamos zona
A, contaremos con el espacio de retranqueo del edificio,
con el objeto de garantizar la privacidad, intimidad y
seguridad, que pasa a ser de disfrute de las viviendas,
y cuyo espacio se acondicionará como terraza o patio
privado. Las fachadas exteriores se remodelarán
habilitando amplios huecos que dispondrán de contraventanas
metálicas correderas. Hacia el patio de manzana
interior será preciso abrir huecos en los cerramientos
de hormigón y protegerlos del paso mediante jardinería.
Respecto a la zona B, el espacio dedicado a equipamiento
en el proyecto original, éste se encuentra dividido
en dos niveles: uno inferior entre el jardín y una
calle interior (que servía de acceso al equipamiento,
y otro superior en la propia loggia. Hacia el jardín
común da a un patio inglés cuya pared frontal
tiene una altura variable que acompaña a la rampa
y escalera que conducen a la loggia, donde se propone una
batería de trasteros y elementos de servicio a las
viviendas. Las viviendas se vuelcan hacia el otro lado,
la calle interior, intentando conseguir el mayor frente
de fachada posible, dado que en este nivel sólo
tendrán una orientación. Cuatro de ellas
serán dúplex. En la planta superior de las
viviendas tendrán unas fachadas cerradas en los
laterales y abiertas en los frentes, con un cerramiento
de paneles metálicos aislantes.
Se trata, en suma, de ofrecer unas viviendas de planta
baja que presenten un acondicionamiento de los espacios
más próximos a ellas de forma que se vea
sensiblemente mejorada su situación respecto a la
calle y a la propia parcela.