La calidad de la arquitectura, el diseño de los edificios y su funcionalidad deberán imprimir al conjunto un carácter singular. Un lugar atractivo y amable para los usuarios. Punto de encuentro y referencia pública de la Universidad.
El edificio se proyecta con una geometría que surge de un ejercicio de integración en el entorno. Sustrayendo del área ocupable las zonas arboladas; potenciando los taludes y pequeñas lomas del parque; abriéndose hacia éste y conectando con las calles Einstein y Tomás y Valiente, se obtiene una geometría que responde en cada punto a los estímulos externos. Los niveles se entienden como una inserción en las cotas actuales del terreno sin modificaciones ajenas a la topografía existente.
Y sobre estas plataformas de relación, una cubierta envolvente que juegue con las ondulaciones de la naturaleza, que camufle el edificio y ofrezca diferentes planos que jugarán con la luz natural.
El panel de zinc/antracita y el vidrio como materiales únicos de la envolvente darán un carácter singular al centro. El juego de las cubiertas quiere parecerse a un paraguas que cubre la Plaza, plegándose más o menos en la búsqueda de mayor altura o de captación de luz.