La colonia Puerta de Hierro posee un carácter especial. La gente del barrio identifica muy bien los rasgos que lo caracterizan y lo diferencian de otras zonas de Madrid. Sin embargo, con el paso del tiempo, su posición privilegiada dentro de la ciudad ha determinado su progresiva densificación y han ido apareciendo bloques, demasiado altos o demasiado juntos, que diluyen la diferencia y lo igualan con el resto.
En la proximidad con la M 30, el barrio termina por completarse con las últimas parcelas urbanizadas. En el extremo sur de una hilera de parcelas, aprovechadas al máximo con dos edificios contiguos que forman una pared de doce plantas paralela a la calle, casi como resto, se encuentra el solar de forma triangular que nos ocupa y a cuyas condiciones urbanísticas propias, que limitan alturas y retranqueos, se suma la obligada continuidad con la alta medianera del edificio vecino.
Tenemos una obsesión por mirar al Sur . Por ello, nuestra propuesta busca esa orientación para la mayor parte de los apartamentos al tiempo que ofrece un remate urbano a la alta pared de los edificios contiguos. El edificio se escalona en tres grandes bloques de cuatro alturas con el fin de acomodar la escala urbana y hacerla más doméstica. Los saltos de la edificación propician sendos espacios libres, jardines elevados que prolongan los espacios útiles de las viviendas. Estas terrazas o jardines al Sur se conciben como parques suspendidos, a los que asoma sólo un edificio de cuatro plantas.
Las viviendas se disponen en cada planta orientadas al jardín o a la calle y se plantean diáfanas con acceso desde un pasillo común al que dan las escaleras y ascensores. En ellas existe una gran libertad en la posición de los elementos necesariamente más fijos como aseos o cocina y así, se ofrecen varias alternativas en la misma superficie. La configuración en planta permite aprovechar todas las orientaciones y se establece un juego con los huecos de forma que éstos se retranquean con pequeños terrazas-invernaderos y otros avanzan sobre el plano de fachada con ventanas al modo de burbujas acristaladas.
La construcción se prevé con estructura de hormigón armado, carpinterías de aluminio de alta calidad que incluyen acristalamientos y fachada de piedra caliza. Las terrazas dispondrán de un sistema de vidrios correderos para su eventual cierre, lo que permitirá interponer varios filtros y contribuirá a dotarlo de una imagen de transparencias y matices que contrasta con la rotundidad de su estudiada forma.
